Durante la época de Diciembre en donde todo es paz y amor para nosotros, mientras que para los animales no-humanos, es uno de los meses en donde más son asesinados, torturados e instrumentalizados para el goce de muchos. Es el mes en donde se promueve la feria taurina, la cabalgata y muchos “espectáculos” especistas más, entre ellos, también es el mes en donde más se consume animales.
El día 21 de Diciembre del 2014, en la ciudad de Cali, decidimos realizar una puesta escénica en donde evidenciáramos que no es posible tener una noche de paz y de amor mientras haya un cadáver en tu mesa y plato. Nos ubicamos en el Puente Ortiz, un lugar muy transitado durante la época, por lo cual muchos espectadores se acercaron a observar lo que realizábamos. En la puesta escénica se encontraban dos personas muy formales durante una cena navideña, la cual tenía como plato principal, la cabeza de un ser humano. Detrás de la mesa estaban varias personas sosteniendo carteles con imágenes de mataderos. La idea de posicionar a un animal humano en la mesa, tuvo como fin generar un impacto al evidenciar que aquello que nosotros comemos, también es un ser sintiente, que fue un ser vivo y que fue asesinado para el goce de nuestro paladar.
Al generar esta empatía al colocarse en el lugar del otro, logramos generar conciencia de qué es lo que realmente consumen las personas durante la época de diciembre y cómo lo que parece tan normal, es realmente celebrar comprando y comiendo la vida de un ser.
Mientras la puesta escénica se desarrollaba, a unos metros más adelante, nos encontrábamos realizando otra actividad. Ésta consistía en dos impulsadoras que ofrecían una degustación de una carne; la cual se decía, iba a salir al mercado colombiano en el 2015 y era ofrecido como un producto desarrollado a base de lomo de gato y pechuga de perro. Al final se les entregaba un volante explicando la razón de la actividad.
Por medio de la actividad, logramos evidenciar que muchas de las personas recibían la degustación y al mencionarles de qué estaba hecha, realizaban un gesto de desagrado y devolvían la carne. Nos demuestra así, el especismo al que nos vemos día a día, en donde es aceptado comerse a unos y proteger a otros, por el hecho de que se ha considerado costumbre posicionar a unos sobre otros, lo que realmente es incoherente. No existe diferencia alguna entre torturar y asesinar a un ser vivo y hacer lo mismo con otro, por lo que queremos resaltar la importancia de estar consciente de los actos que realizamos y que muchas veces no son acordes a la moralidad.
El fin de la actividad fue crear conciencia de lo que sucede en las navidades para los animales no-humanos y el especismo al que enfrentan las consecuencias, así logramos evidenciar una parte de la verdad que se oculta detrás del plato y posicionar por unos instantes, a los humanos en el papel de lo que consideraban un alimento. Fue bastante gratificante encontrarnos con personas interesadas en el vegetarianismo y veganismo, las cuales querían comenzar un cambio en su vida.
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¡Recuerda que un vegetariano salva 86 vidas al año… el cambio lo comienzas tú!
En estas navidades, no comas animales. Y el resto del año tampoco.